Por: Roxana M. Bermejo.
Como parte de la gran oleada artística que acompaña la Feria de Art Basel en esta edición de 2016, encontramos un sinfín de propuestas que avivan, embellecen y provocan a la ciudad de Miami. El escenario miamense, estructurado a través de diversas muestras cada una con núcleos y criterios independientes, nos regala incluso la propiedad de aquellas obras que exceden el espacio galerístico-museal y aparecen, sorprendiéndonos, desde una entrecalle, desde un tejado o desde el mar. Así nos llega -bajo el auspicio de Kendall Art Center- la pieza Status, iniciativa del artista cubano-americano Henry Ballate.
Bañada por la dimensión urbana, por la línea que el horizonte traza entre el cielo y la tierra, entre el cielo y el agua, entre el agua y la tierra… nace esta propuesta, un site specific que se asoma entre las olas de Miami Beach. Ubicado a las espaldas del Bass Museum y El Parque de las Artes, esta obra casi literalmente “saca la cabeza” desde la playa, se alza y nos invita a, cuando menos, decirle adiós parados en la orilla. La literalidad de la expresión deviene del hecho de que la creación de Ballate se compone por un conjunto de 12 cabezas ¿humanas?, ordenadas en fila, que miran hacia un punto en común, siguen el impulso y la certeza de aquel que los capitanea. Próximas a arribar, o a partir, o a seguir… el mar que las envuelve será quien tenga la última palabra en el destino de estos seres que surgen, al mismo ritmo del amanecer, tal vez anunciando futuras promesas o realidades.
Recurrente resulta la cifra seleccionada por el autor. El número 12, desde la interpretación bíblica, significa “lo elegido”, de ahí que existiera una decena de discípulos de Cristo y una decena de tribus de Israel a las cuales se les entregara la Tierra Prometida. Sin llegar aún a la ribera, estos personajes quizás imaginen, desde su postura de emigrantes, que la que se abre paso ante sus ojos es su Canaán. Lo observan, sin embargo, desde la distancia, sin tener certeza de la llegada, o el abandono. A la postre, yo tampoco tengo total certeza de que la obra sea a cabalidad religiosa, política, o una mezcla prepotente de ambas, que denuncia la necesidad del hombre de seguir un ideal. Al final del camino, el movimiento resulta lo único real en esta pieza, pérfida metáfora del status humano, del nunca conformarse, del nunca detenerse…
Roxana Martínez Bermejo, La Habana,1992. Historiadora y crítico de arte
Licenciada en Historia del Arte por la Facultad de Artes y Letras de La Universidad de La Habana. En el presente se desempeña como redactora de revistas especializadas de perfil independiente (AMANO: Oficio & Diseño, y FullFrame). Merecedora por su libro Bitácora del sujeto ausente, del Primer Premio Novel Internacional de Poesía Universitaria “Cátedra Miguel Hernández” de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Alicante (España, 2016). Participante en diversos eventos nacionales e internacionales, relacionados con la cultura caribeña y latinoamericana. Textos suyos de perfil investigativo han sido publicados en espacios como la revista y el Tabloide Artecubano y el portal digital cinematográfico Cuba Now.